sábado, 19 de diciembre de 2015

Reíno Kollorg. Fragmentos

La palabra del paisaje que evocaba sutileza, mientras aves de mi encéfalo corrían... contempladas hacia la nueva emoción sutil

¿Qué es? ¿qué es?
Ésta emoción subyacente,
que no se deja ver, y que moja
mis ojos, ¿qué es?
parece que grita para que la mire,
pero es necia y me aturde para
nublarme la vista y seguir pensando en ella;
pero...

martes, 18 de agosto de 2015

Un ruidoso mosquito está en mi habitación

Así es. El mosquíto, el horrible mosquito al que desde la noche anterior le guardo rencor, está aquí, impidiéndome dormir. Éste desagradable díptero que pasó zumbando en mis oídos, le impide a mi cuerpo exhausto (A éstas horas de la madrugada) dormir, por lo que rendida me levanté de la cama y vine a mi computadora a escribir para distraer mi odio.

lunes, 29 de junio de 2015

Anagramas y Calambures

Uno de mis pasatiempos favoritos son los juegos de palabras. Me encanta cambiar las palabras de lugar en las oraciones y las letras en las palabras. Ése es el caso de los anagramas. También me gustan mucho los calambures.

Éstos son unos anagramas que inventé. Los pongo de ejemplo para que entiendan qué son:

lunes, 15 de junio de 2015

Soyitini en el mundo de la música

Algo que la humanidad trajo arrastrando desde la Tierra, milenios después, y de lo que no pudo soltarse jamás, es de la música. Ya sea una compilación de ladridos de perro y sonidos guturales distorsionados por un circuito metálico, o lo típico que conocemos en la Tierra, la música siempre tendrá como esencia el mismo concepto.

viernes, 30 de enero de 2015

Cine de Soyitini

Proximamente, probablemente en unos meses (en el peor caso el próximo año) mi colección Tzukat e Min de películas y cortometrajes de animación estará completo. Debido a mi falta de tiempo y recursos (también puedo decir que de conocimientos) la calidad de el producto probablemente no cumplirá los principios de mi bonita utopía, pero conservará lo que deba conservar y será bueno, y punto.

Lista, por ahora, de títulos:

Viva el dadá!

Presento ahora un poema dadaísta escrito por mí hace unas semanas.
 
La golondrina que tenía leucemia
Itzurhyka
Y su inmunidad cesará
al exuberante de incógnito sartén del muerto,
cuando los árboles
estrépitos sonoros que la ímpetu colorada se dé,
¡Cómo lloran los metales por sus inquietos hígados melosos!,
los velos que al extravagancia embarran,
¡Corran, mis amigos!
Irrítose el perro aquel