Así es. El mosquíto, el horrible mosquito al que desde la noche anterior le guardo rencor, está aquí, impidiéndome dormir. Éste desagradable díptero que pasó zumbando en mis oídos, le impide a mi cuerpo exhausto (A éstas horas de la madrugada) dormir, por lo que rendida me levanté de la cama y vine a mi computadora a escribir para distraer mi odio.
Padezco yo de un molesto caso de insomnio, me irrito fácilmente, soy muy nerviosa, y me la paso pensando en mis preocupaciones... Pero encima de eso, tiene que haber un MOSQUITO en mi cuarto molestando.
Resulta que, desde la noche anterior, los mosquitos han sido objeto principal de mi odio y fastidio del mundo. La situación consistió en que tres moscos negros de un centímetro de longitud, estuvieron batiendo sus alas cerca de mis orejas. Al principio pensé que lo estaba imaginando, pero, poco a poco, el sonido fue haciéndosé más, y Más y MÁS perceptible, hasta el punto de ser insoportable. Su "mortal" Zumbido, (Ah, terrible), me tenía harta. Así que, me levante colérica, cansada y desesperada, sosteniendo mi abrasivo odio irracional hacia estas criaturas, y me dispuse con pensamiento asesino a matarlos a TODOS.
Resulta que, desde la noche anterior, los mosquitos han sido objeto principal de mi odio y fastidio del mundo. La situación consistió en que tres moscos negros de un centímetro de longitud, estuvieron batiendo sus alas cerca de mis orejas. Al principio pensé que lo estaba imaginando, pero, poco a poco, el sonido fue haciéndosé más, y Más y MÁS perceptible, hasta el punto de ser insoportable. Su "mortal" Zumbido, (Ah, terrible), me tenía harta. Así que, me levante colérica, cansada y desesperada, sosteniendo mi abrasivo odio irracional hacia estas criaturas, y me dispuse con pensamiento asesino a matarlos a TODOS.
PAM, PAM, PAM... golpeaba con mi instrumento letal en las paredes...
Los mosquitos infernales se escapaban de mis garras.
PAM, PAM, PAM... daba aquí, daba allá...
Estaba furiosa, muy cansada, y las piernas me temblaban, pero en mi loco frenesí que a mi misma dió terror... Acabé de un golpe con la vida del primero... Una hora después embarré en la pared las entrañas del segundo... Pero quien me dió problemas fué el tercero. Pasé mucho tiempo persiguiéndolo motivada (y no en un sentido positivo) por mis ganas de dormir; mas el mosquito testarudo no se sometía a mis deseos, a mi sentencia y firme condena, el pobre no "entendía mi odio irracional". Nada absurdo, lo entiendo. No hay ser más grotesco que mi persona misma y que la humanidad, pero la falta de razón y fundamento, no frenaron mi odio desesperado.
Oh, ojalá el pobre mosquito se hubiera muerto antes... Me cansé de cazarlo así y al final logré capturarlo en una tapa traslúcida plástica en donde lo mojé, sacudí, y dejé ahí encerrado al pobre e indefenso animal. Pero todo esto, dentro de mi incontrolable frenesí sádico e inhumano.
Por fin, hoy en la tarde, el mosquito prisionero murió. Y ahora tengo la compañía de otro igual, que me impedirá el sueño de nuevo, y hasta el final, zumbará en mi oído sin dejarme descansar.
Hola Frida Kalo, por fin puedo volver a entrar en tu maravillosa página web, cuya dirección había perdido y tiempo me faltaba. Quiero comentarte que me tienes embobada con tus descripciones tan ricas en detalles y emociones de algo que parece tan sin importancia como batallar con mosquitos nocturnos. Pero sugiero te esfuerces por recuperar la calma para dejarse afectar tanto por semejante molestia. En mi caso, hubiera optado por algo tan simple como taparme con las cobijas e ignorar a los mosquitos.
ResponderBorrar