Los
Talam
Según
los Jujucjianos, los Talam son guardianes de la entrada del túnel
hacia el Zoxxamitl,
y éstos
deciden cuando deben morir las personas. Aunque lo parecen, los Talam
no son maléficos, al contrario, son símbolos de la vida y del amor,
un equivalente a los corazones en nuestra cultura.
Comparten ciertas características con demonios, nahuales, ángeles y dragones, además de imitar la forma humana. Según algunos mitos y “actuales” leyendas urbanas, varios tipos de Talam se alimentan de las lágrimas de los niños pequeños,
pero sólo cuando éstas salen por tristeza. Algunos también comen semillas como nueces de Nof, Yhaytza, Yokorhos y algunos frutos como el Chiwa, pero sólo es un gusto.
Comparten ciertas características con demonios, nahuales, ángeles y dragones, además de imitar la forma humana. Según algunos mitos y “actuales” leyendas urbanas, varios tipos de Talam se alimentan de las lágrimas de los niños pequeños,
pero sólo cuando éstas salen por tristeza. Algunos también comen semillas como nueces de Nof, Yhaytza, Yokorhos y algunos frutos como el Chiwa, pero sólo es un gusto.
Los
Talam tienen una estrecha relación con las estrellas. Cada Talam
tiene asignada una estrella. Todos los días el Talam busca a su
estrella en el cielo y canta estas palabras: “accu
accu itzi nu, iti sarhe, iti noshmir, iti worhiamu, accu detfa Nhar
etse nashgo”
que están escritas en Otsah antiguo, que es una mezcla de demishno y
el Otsah que conocemos.
Un
Talam puede tornarse en 4 formas principales:
Talam
Adeshmy o Gormita
Talam
dragón 1 (Quieltam)
Talam
dragón 2 (Nenelsu)
Talam
“humano” (Otmistu Talam)
Talam
gato/lagarto (Tzarúmetzuyesh)
Si
la estrella de un Talam muere o cae, es desterrado de la tierra de
los Talam. El Talam se deprime y llora por años, porque se siente
completamente solo. Así el Talam muere lentamente, y aunque vuelva a
ver a su estrella, si su muerte gradual comienza, él morirá. Se
dice que a veces, cuando la estrella se entera de la muerte de su
Talam, comienza a llorar, formando planetas meteoros y lunas. La
primera lágrima es especial, de ella se desprende una pequeña gema
que llega al cadáver del Talam, y a veces lo resucita, pero este
seguirá desterrado y habrá olvidado parte de lo que es, y por ello
es condenado a vivir como un mortal. Olvida su nombre, olvida quién
es su estrella, olvida a su familia, y su misión en el mundo.
Ejemplos de esto existen en algunas leyendas de Zotqo, Jujuc, Jamdem
y Saimín.
Los Talam son criaturas mitológicas que forman parte de la cultura popular en algunas partes de Jujuc, principalmente, y otros países de Soyitini tales como La Tierra de Nof, Saimín, Gölkworld, Jamdem y Zotqo. Varios siglos antes algunas partes de Jujuc, Zotqo y Jamdem, formaban un solo Durzaty (especie de imperio o reino), llamado: Demish Durzaty. Este Durzaty estaba ocupado por una cultura formada por los demishnos, como se les llama comúnmente a los habitantes de Demish. Esta criatura mítica es parte importante de su mitología.
Los Talam son criaturas mitológicas que forman parte de la cultura popular en algunas partes de Jujuc, principalmente, y otros países de Soyitini tales como La Tierra de Nof, Saimín, Gölkworld, Jamdem y Zotqo. Varios siglos antes algunas partes de Jujuc, Zotqo y Jamdem, formaban un solo Durzaty (especie de imperio o reino), llamado: Demish Durzaty. Este Durzaty estaba ocupado por una cultura formada por los demishnos, como se les llama comúnmente a los habitantes de Demish. Esta criatura mítica es parte importante de su mitología.
El
llanto de Akuroo.
Leyenda
de Zotqo.
Una
noche, mucho tiempo antes de que todos nosotros naciéramos, una
estrella bajó al mundo. Se sentía sola, tan aislada en la enorme
oscuridad cósmica, que dejó de brillar, y cayó por el vacío del
espacio y llego a nuestro mundo. Confundida, caminó por la orilla de
un lago y se acercó al agua. Entonces vio las estrellas
reflejadas en ella, y quiso llegar a una de ellas, pero no pudo
tocarla. Cada vez que tocaba una estrella, ella brillaba. Era como si
pudiera abrazarlas, pero su alegría y su brillo terminaban cuando
descubría que no estaban ahí. Después de un rato, se dió cuenta
de que ninguna de las estrellas estaba allí en realidad. Ella seguía sintiéndose
sola. De pronto vio reflejarse en el lago algo extraño que se
encontraba en otro lugar de la orilla. Quiso saber de qué se
trataba, y corrió y corrió para llegar ahí. Cuando se encontró en
ese punto, vio frente a ella un joven Talam que parecía llorar. A
pesar del llanto de aquel Talam, la estrella estaba feliz, y brillaba
porque sabía que ya no estaba sola. __¿Por qué lloras?__ Preguntó
Akuroo. El pobre Talam no levantó la cabeza, esperó unos segundos y
entonces dijo: __ Mi estrella ya no está en el cielo, ha dejado de
brillar y ahora me siento muy solo.__
Entonces,
Akuroo brilló y brilló más, y el joven Talam levantó la cabeza
para verla. Al verla brillando, supo inmediatamente que se trataba de
su estrella. Él dijo: __ Entonces, tú eres Akuroo__. La estrella
sonrió y le afirmó que ese era su nombre. El Talam corrió a
abrazarla, y Akuroo brillo más y más. La pequeña estrella estaba
tan feliz, que olvidó buscar la forma de regresar a su lugar en la
galaxia. Pero cuando el Talam dejó de abrazarla, Akuroo empezó a
elevarse, porque su brillo la mantenía en su lugar en el espacio. El
Talam alcanzó a tomarla de la mano, y entonces subió con ella.
Akuroo lo abrazó, mientras subían lentamente por la atmósfera del
planeta. Ella estaba muy feliz, porque jamás volvería a estar sola.
Sin embargo, su felicidad no duró por siempre. Para cuando llegó a su
lugar en la galaxia ya habían transcurrido siglos; se dió cuenta de que el Talam había muerto.
Akuroo lloró y lloró por siglos, y así sus lágrimas formaron dos
planetas, Zemkem (Tristeza), y Doshmon (Soledad), que giran alrededor
de ella en su llanto eterno.
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