viernes, 22 de mayo de 2020

Ciclón glicerinoso en un sillón con olor a nube rosa melón a punto de ser blanco

Es cuestión de minutos para que la maldición del bienestar excesivo vuelva a mí.
Esta entrada es para discutir la chuchería de cómo funciona el hartazgo del bienestar cuando tienes una buena (pero tóxica) relación recíproca y pseudoartística con los sentimientos desagradables, la oscuridad, la perdición y hasta el dolor físico.

La caballería química del comprimido eclipsado por las sombras de la noche
y el cuello entumido retumbante, va tapando mis oídos y susurrando por mis fibras 
con los ecos de ruidos que poco a poco ya no se escuchan... así cantaba la píldora, que
gota tras gota, transmuta en un ciclón glicerinoso, líquido y flotante.
El yo ciclón. Yo acurrucada
en un pasaje algodonoso y rosa melón a punto de ser blanco
entre sábanas en una mañana luminosa donde se puede dormir hasta el cansancio
pero el agotamiento no existe
es el sueño sin pesares que se extiende como aire
que se acepta, aquel sueño impertinente que se vuelve natural
cuando el cuerpo es uno con el sueño; se nació así, se morirá así.

Sin luchar, sabes que no vas a abrir los ojos.
No puedes, ni tampoco tienes razones para abrirlos y mirar
lo que haya fuera y lo que haya dentro y sobre tu cuerpo
es superfluo, es inútil. Sólo se piensa en lo inmediato:

El bello el color de tus párpados reposados, bajo destellos naranjas y pelusa dorada
en la ventana colada, las telarañas y los ácaros
el fresco de la atmósfera, las cortinas traslúcidas como el paraíso contemporáneo
 las moscas están muertas, y los dípteros del precipicio de las vigas están descansando.

Se extiende indefinido el instante arremolinado
 de tu ser comodísimo en las garras de tu cama,
se escurre a la mesa, a la sala,
al lavabo y la tabla del restirador,
se desliza discreto poseyendo tu conciencia.

En un estado tan inerte se pierde la identidad
el individuo muere y tal vez uno se olvida del gran concepto de Neynara,
mi preciado sentimiento de la Inmensidad, mas mi cuerpo yerto no se olvida
más bien se integra y se vuelve el sentimiento
a su manera pastelosa y glicerinada, con pastillas nocturnas.

En resumen, el infierno de ruidos retumbantes y tímpanos sensibles, cerebros malfuncionales y medicamentos inservibles, se está esfumando mientras pruebo una nueva dimensión de fármacos del segundo intento que me hacen abrazar cojines y tirarme sin pensar en cualquier superficie que encuentre.

Si bien fue una experiencia atractiva, su carácter extraordinario se vuelve difícil de procesar y de alguna manera cansado... Hoy medito el desgano que me da el bienestar excesivo que se avecina.
Así tantos años abrazando el fondo fangoso de la disfunción y la oscuridad verde depresiva...

Como el temor a relajarse y perderse en el proceso, cuando la cotidianidad es la tormenta, la brisa rosa melón se vuelve repulsiva. No se me ocurre más explicación de la chuchería.

[inserte autorretrato casi figurativo en blanco y negro que aparenta la sombra verde que te desactiva y a la que sucumbes pensando en lo poética que es la cantidad de perdición y muerte que hueles viniendo de tí mismo...] 




Muerta y renacida XD



En ambas imágenes, aprecien la cantidad de palabras subrayadas con rojo XD
Otra extrada cuya capa de polvo es tan gruesa, que el margen de error al medir su profundidad no ayuda a contar los días que llevaba abandonada como borrador.

Okaaaay, en Monstro-sama tengo archivos de Laptop2-chan y estoy viendo las cosas olvidadas del respaldo fractal (es el contenido de múltiples computadoras/teléfonos/cámaras (incluso ajenas) que he usado desde hace muchos años y que ha ido creciendo hasta ser un respaldo del respaldo de los respaldos...). Se sienten tan antiguas y raras.

:D recordé que existe "Las aventuras de Itzurhyka"
Lo empecé a escribir en un libro de Minecraft y cuando se volvieron dos libros tuve que transcribirlo a un bloc de notas fuera del juego...

Un poco de eso :3


Yo no seré (exactamente) Itzurhyka, pero también Mriji es mi pasaje favorito en todo el Durzaty. (En 2do lugar los corales fuera del agua, por supuesto)
Mis narraciones eran pesadas (más de lo que son ahora) y es un texto contemplativo con 0.001% trama y giros de guión (porque antes no estaba en el rollo de los guiones y la función y estructura de las historias porque nadie me leía y no pretendía comunicar nada... pero ahora...) tal vez debería seguir y terminar Las Aventuras de Itzurhyka. Sobretodo porque he olvidado mi universo ficticio y nunca seguir escribiendo las miles de cosas que suceden en él sería como dejar morir una gran gran parte de mí, y nadie nunca lo sabrá :0

:D aún así, estos elementos de bio-magi-tecnología son totalmente retomados en otros trabajos más "pequeños". Por ahora el único del que tengo buenas expectativas es Ariim'y (sobretodo por las horas de trabajo y las veces que lo he destruido y vuelto a hacer).